(de Belén Gopegui)
Hoy estrenamos cronista de lujo: recién llegada del reino de León, nos deleita con su fluida prosa nada menos que nuestra insigne contertulia Josefina. Esperemos que este sea el principio de una larga serie de colaboraciones, tanto suyas como de otros tertuliantes que se animen a darle vidilla a este blog. Aquí tenéis la reseña, recién salida del horno:
La conquista del aire
(Belén Gopegui, 1998) sitúa la trama a mediados de la década de los 90 , en los
últimos años del gobierno de Felipe González, y nos cuenta cómo las vidas y los
ideales de tres amigos se verán trastocados por algo tan simple como un préstamo . Carlos Maceda
necesita capital para mantener a flote su empresa y pide prestados 8 millones de
pesetas a sus amigos, Marta Timoner y
Santiago Álvarez. La historia no es más que eso y la autora no necesitaba - como
señalaron algunas contertulias a las que no les gustó demasiado la obra –
páginas y páginas de reflexiones sobre lo justo y lo injusto, lo que se debe
hacer y lo que no. Un amigo necesita tu ayuda y tú, si puedes, se la prestas y
ya está. Punto.
Pero
la historia sí es más que eso. No es un préstamo cualquiera; Marta y Santiago
le están prestando dinero a su amigo para ayudarle a mantener un proyecto de
vida, unos ideales que se están tambaleando, y eso es lo que significa la
empresa de Carlos para estos amigos: es el proyecto de todos ellos, el reducto
donde salvaguardar esos ideales; son gente
de izquierdas, convencidos de sus ideas y de su lucha por un mundo mejor,
coherentes –o eso creen- en su estilo de vida y en búsqueda constante de la
justicia social. Por eso aceptan prestar todos sus ahorros sin dudarlo.
Sin embargo, todo cambia cuando empiezan a
plantearse por qué lo hicieron ¿por
voluntad propia?, ¿por obligación? Y es entonces cuando esa búsqueda de la
felicidad, esos ideales se dan de bruces con la realidad, con personajes como
Manuel Soto, Leticia Tineo o Lucas, que viven esa realidad sin prejuicios; y
llega la soledad, el miedo al fracaso, la mala conciencia, las contradicciones,
la sensación de estar, no donde han elegido, sino donde han decidido: Elegir…
significaba determinar los fines de acuerdo con la razón. Tomar decisiones era
sólo escoger entre los deseos de un muestrario concebido por el apetito propio
o ajeno, casi siempre ajeno. (página 221).
La vida de cada uno de ellos se trastoca y ese
dinero condiciona las decisiones y las elecciones posteriores sin que ellos
puedan o quieran ya controlarlo : Tu
problema es qué haces con lo que puedes controlar, le dice Sol a Santiago
que se va a casar con una “pija” (así
apodamos a la pobre e ingenua Leticia Tineo en la tertulia) que lo llevará de vacaciones a Bali.
Y a
pesar de todo, los tres amigos organizarán sus vidas con sorprendente facilidad
y cada uno encontrará su lugar en el mundo en el sitio más insospechado y del
que hubieran renegado dos años atrás: Santiago en una apacible vida burguesa
junto a una mujer totalmente diferente a su antigua compañera, Carlos en su trabajo en una multinacional y
Marta en la relación recuperada con Guillermo en la nueva casa que alquirán
cerca de un parque. Las primeras y
últimas frases del libro describen, real y metafóricamente, la evolución vital de los tres amigos: No dormían. Era martes 11 de octubbre de
1994, la noche había caído sobre Madrid(…),
Carlos Maceda, Santiago Álvarez y Marta Timoner se debatían con el insomnio, y
324 páginas después: En la madrugada del
26 de noviembre de 1996, Carlos Maceda, Santiago Álvarez y Marta Timoner duermen. Sobre su piel
cansada, el mundo está ordenado aparentemente. Es la evolución de unos jóvenes, idealistas y soñadores, que siempre
estaban en alerta, intentando conquistar el aire que se les escapaba entre los
dedos, hacia unos jóvenes ,ya maduros, que diríamos ahora, que han aceptado ya
las razones de los otros, las reglas del juego de la realidad en la que viven y
esa aceptación les da, por fin, cierta paz.
Respecto
al libro, había opiniones diversas entre los que llegamos al final de la historia. Es una
obra de una estilo bastante original que contiene mucha información y un gran
dominio del discurso político y filosófico; todo aderezado ,a veces, con cierto
tono poético que obliga a una lectura pausada y concentrada. A algunos nos gustó el libro, por la historia
y por la forma de escribir de su autora; a otra le pareció un rollo, pero le
gustó haberlo leído; a otras les parecieron demasiadas páginas para una
historia tan simple…
Aún así, creo que a nadie nos dejó indiferente y la
tertulia se fue haciendo cada vez más interesante a medida que evocábamos nuestros
propios ideales de juventud, las largas conversaciones sobre lo divino y lo
humano en la universidad, las reuniones con grupos cristianos, etc. Hay que
tener en cuenta que la mayoría de nosotros somos de “la quinta” de los
protagonistas y nos veíamos reflejados en muchas situaciones del libro. Recordamos, con cierta nostalgia, lo habitual que era entonces hablar y hablar
durante horas sobre cualquier tema de índole socio-político-filosófico y nos
dimos cuenta cuán diferentes son las inquietudes y aspiraciones de los
treintañeros de ahora.
Y para los que
habéis conseguido llegar al final de la reseña aquí os dejo el poema que evocan
Sol y Santiago en su último encuentro. En la belleza de los últimos versos sí
que estuvimos de acuerdo todos los contertulios.
Mantos de cielo
Si tuviera los mantos bordados del cielo,
tejidos del oro y la plata de la luz,
Los mantos azules, oscuros y negros del cielo
De la noche, de la luz y la media luz
desplegaría los mantos bajo tus pies:
tejidos del oro y la plata de la luz,
Los mantos azules, oscuros y negros del cielo
De la noche, de la luz y la media luz
desplegaría los mantos bajo tus pies:
pero siendo pobre no tengo más que mis sueños,
he desplegado mis sueños bajo tus pies
pisa suavemente... porque pisas mis sueños.
he desplegado mis sueños bajo tus pies
pisa suavemente... porque pisas mis sueños.
Son versos de William Butler Yeats
(1865-1939), poeta, prosista y dramaturgo irlandés, Nobel de Literatura de
1923. Son de The Wind Among the Reeds - (El viento entre las
cañas) de 1899.
Josefina Domínguez
Por cierto, ¿concéis la película que se rodó sobre esta novela (Las razones de mis amigos, de Gerardo Herrero, 2000)?
La próxima tertulia versará sobre Matar un ruiseñor, de Harper Lee, y se celebrará el próximo 8 de junio.
1 comentario:
Querida Josefina. Gracias por la reseña. Me he reconciliado un poco con la novela, que, francamente, me puso de muy mal humor. Con lo bien que lo has explicado tú, ¿para qué necesitaba Belén Gopegui tantas páginas, en ocasiones imposibles?
Estupenda reseña. Un beso.
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